1. Mejora la confianza en sí mismos: La práctica de artes marciales ayuda a los niños a desarrollar confianza en sí mismos. Al ir aprendiendo nuevas técnicas y habilidades, se van sintiendo más seguros de sí mismos y de sus capacidades. En un arte marcial se enfrentarán constantemente a desafíos estimulantes (exámenes, campeonatos, exhibiciones, romper maderas…), darse cuenta de que siempre son capaces de más de lo que pensaban, les ayuda a construir una autoimagen sólida y a creer en ellos mismos.
2. Desarrollo de la disciplina: Las artes marciales requieren de una gran disciplina, es un desafío constante contra los propios límites. Tanto si queremos mejorar la elasticidad, mejorar el rendimiento en competiciones, prepararnos para un examen… Vamos a necesitar tenacidad, objetivos claros, y no rendirnos ante las dificultades. Esto no sólo los prepara para el camino marcial, sino para la vida misma.
3. Aprendizaje del respeto: La práctica de artes marciales enseña el respeto por los demás y por uno mismo. Mostrar en respeto hacia instructor y a los alumnos más avanzados, y que éstos, los avanzados, muestren con el ejemplo el respeto hacia los inexpertos, cuidándolos y ayudando en su progreso, sumado al cuidado del propio material, uniforme, protecciones y el cuidado del propio cuerpo, convierte el TaeKwon-Do ITF en una actividad donde el respeto es uno de los pilares más importantes.
4. Desarrollo físico: Un practicante de TaeKwon-Do ITF, necesita fuerza, elasticidad, explosividad, resistencia aeróbica y anaeróbica. Precisa coordinación, equilibrio, velocidad… Prepararse para el combate es una de las actividades más completas que podemos enfrentar, no hay atributo físico que nos sea prescindible. El cuerpo debe ser fuerte, agil y funcional. Los infantiles desarrollan y estimulan muchísimo su psicomotricidad y coordinación con el TaeKwon-Do ITF.
5. Desarrollo emocional: La práctica de artes marciales también ayuda a los niños a desarrollar habilidades emocionales. Aprenden a gestionar sus emociones y a canalizar su energía de manera positiva. La tolerancia al fracaso y la humildad en la victoria, disminuir el estrés, formar parte de un grupo de iguales con modelos positivos, ser parte de una comunidad comprometida con la práctica y la mejora continua, enfocarse en el aprendizaje más allá del resultado en los campeonatos… son algunas de las vivencias que ayudan a los pequeños a desarrollarse correcta y sanamente también en lo emocional.
6. Mejora la concentración: Las artes marciales requieren de una gran concentración. Los niños aprenden a enfocar su atención en una tarea específica y a mantenerla por períodos determinado de tiempo. Aprenden a estar atentos a su entorno, uno no puede distraerse en un combate por ejemplo. Enfocarse en una tarea o en un objetivo, y avanzar sin distracciones hacia la meta, es una habilidad muy útil durante toda nuestra vida, no solo en el tatami.
7. Desarrollo de habilidades sociales: La práctica de artes marciales también ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales. Aprenden a trabajar en equipo y a comunicarse de manera efectiva con sus compañeros e instructores. Aprenden a hablar en público y presentar sus ideas ante los demás, tanto en clase como en los exámenes.

altos valores morales y capacidad para defender sus ideas frente a cualquier injusticia.

En conclusión, la práctica del TaeKwon-Do ITF es una excelente manera de ayudar a los niños a desarrollar habilidades y valores que les ayudarán a lo largo de toda su vida. Una de nuestras máximas es “ayudar a construir un mundo mejor”, esto no es posible si la sociedad carece de personas respetuosas y equilibradas, con altos valores morales y capacidad para defender sus ideas frente a cualquier injusticia.

Si estás buscando una actividad que beneficie a tu hijo tanto física como mental y emocionalmente, no dudes, nuestras clases de TaeKwon-Do ITF son la respuesta a muchas de las preguntas que te haces. Y lo mejor… es que también hay clases para adultos! Pero de eso hablamos en otro post.